El pómulo es el hueso de la juventud y la belleza. Proyectándolos ligeramente conseguimos rejuvenecer sin que nadie advierta el porqué del buen aspecto obtenido. Esto es aplicable tanto para hombres como para mujeres; cabe destacar que el pómulo del hombre es distinto al pómulo de la mujer, por lo que es de suma importancia conocer dichas diferencias. En nuestro centro utilizamos técnicas distintas para crear pómulos masculinos o femeninos, esto en función de los requerimientos estéticos de nuestros pacientes. Eligiendo el ácido hialurónico que más se adapte a las necesidades de cada paciente.
Este procedimiento además de dar volumen a los pómulos, crea un marco para la cara, pudiendo darle un aspecto más fino con volúmenes curvos y femeninos o un marco anguloso, marcado con ángulos definidos y varoniles.
Este procedimiento además de mejorar el pómulo propiamente dicho mejora el aspecto de las ojeras e incluso puede atenuar el surco nasogeniano y el aspecto de flacidez que ocasionan los volúmenes perdidos por el paso de los años.
El aumento de pómulos se realiza con ácido hialurónico de alta densidad y viscosidad, el cual se deposita profundamente por encima del hueso y en capas intermedias del tejido ya sea con aguja o con cánula, para dar el volumen deseado en el lugar adecuado. El procedimiento en sí, es un proceso rápido y nada doloroso, lo que más demora es el proceso de dibujo y diseño del pómulo y el marco de la cara.
Tras este procedimiento vamos a conseguir una cara definida, angulosa y masculina o perfilada, armónica y en V; según desee el paciente un rostro masculino o femenino.